domingo, 9 de septiembre de 2012

El collar maldito II: Griegos, Celtas y Romanos


Guerras del Santuario:


El culto de los oráculos era un medio de comunicación del ser humano con la divinidad utilizado desde muy antiguo. Los estados griegos o los ciudadanos particulares querían el consejo de los dioses para tomar las mejores decisiones en la vida u obtener la respuesta a una solicitud…


Los dos santuarios más importantes eran el de Zeus en Dodona (Epiro) y el de Apolo en Delfos (Fócida).
El templo de Dodona...

El Santuario de Dodona era el más antiguo…
… recibía solicitudes que se grababan en láminas de bronce con un estilete. De esta manera se conservan las solicitudes de los grandes Estados como la Esparta de Agesilao en su guerra contra Persia, Esparta antes de la batalla de Leuctra (571). Pero también de los simples ciudadanos sobre familia, viajes, oficios, infidelidades…
…las respuestas se basaban en la interpretación de tres tipos de signos: el ruido de palomas (pleiades), murmullo de las hojas del roble sagrado y (a partir del VIII A.C.) el ruido de los calderos de bronce colocados sobre trípodes al ser golpeados con unas cadenas (a partir del IV AC solo se conservana un caldero y los de Corfú instalaron la estatuilla de bronce de un niño con el látigo de Corcira que golpeaba el caldero cuando soplaba el viento). La interpretación dependía de los sacerdotes selios, de la tribu de los tesprotos, que nunca se lavaban los pies y dormían en el suelo...


El Santuario de Delfos era el más importante…
… las solicitudes al oráculo se realizaban sobre materiales perecederos o de viva voz, motivo por el cual sólo se conservan en las fuentes literarias las cuestiones acerca de los estados. Desaparecen los cotilleos de los particulares.
… las respuestas se basaban directamente en la inspiración divina de la Ptia de Delfos. En sus mejores tiempos, los sacerdotes llegaron a tener a tres mujeres contratadas (dos titulares y otra suplente) para que no se acumulara el trabajo. Previo pago de un impuesto, ofrendas de frutos y el sacrificio favorable de una cabra, los fieles podían penetrar en el santuario. En el ritual existían tres elementos externos que ayudaban: la falla que expulsaba el pneuma (gas con efectos alucinógenos que todavía no se ha encontrado), la fuente Castalia y el laurel sagrado… y tres elementos internos: la estatua del dios Apolo, la piedra ombligo del mundo y el trípode al que se subía la Pitia...
 
En Delfos, además de Apolo se veneraba a la triada Apolínea (Apolo, su madre Leto y su hermana Artemis). Cuando Apolo pasaba sus vacaciones de invierno en Hiperbórea, el dios a cargo del Santuario era Dioniso. Fuera del Templo, en la terraza de Marmaria se encontraban los templos de Atenea Pronaia y de Ártemis.
Templo de Atenea Pronaia

A principios del s. VI AC  el Oráculo de Delfos se había convertido en el centro de peregrinación más importante de la Ecúmene, superando al de Dodona gracias a su localización en la Grecia Central. Piadosos griegos y bárbaros sacudían a oír sus predicciones y a cambio entregaban valiosas ofrendas. El rey Creso de Lidia (595-546) donó un león de oro, un trípode, un cuenco de oro. Las presentación del rey Creso al oráculo la realizó el desterrado Alcmeón, de la familia de los Alcmeónidas y su recompensa significó el origen de la riqueza de esta familia (que siempre estaría muy agradecida al santuario). El negocio iba tan bien que el oráculo abrió una franquicia Claros, Efeso, para Asia Menor.

Los Alcmeónidas descienden de un tataranieto del anciano Nestor de la guerra de Troya, el rey de Pilos. Nestor era hijo de aquella Melibea llamada Cloris única superviviente de la venganza de Apolo y Artemis contra los Niobidas. Los Alcmeonidas huyeron de Pilos tras la invasión Dorida Heraclida del Peloponeso. Establecidos en Atenas dieron dos Arcontes  vitalicios, Megacles (el sexto) y Alcmeon (el último). En 632, otro Megacles, el primer Arconte epónimo de la familia fue responsable de la muerte del tirano Cilon y sus seguidores refugiados en el templo de Erecteo. Por este motivo, los Alcmeónidas fueron desterrados, aunque vuelven durante el arcontado de Solon (594). Alcmeón, hijo de Megacles invirtió el dinero de Creso en caballos que le dieron la victoria en los juegos de Olimpia de 592 y fue readmitido en Atenas. Un cretense mentiroso llamado Epimedes absolvió a la ciudad y al pueblo de Atenas de su pecado.


La riqueza de Delfos provocó la codicia de los de Cirra, el puerto por el cual accedían los peregrinos al valle de Delfos. Los gobernantes de Cirra impusieron a los oferentes un peaje por atravesar su territorio. Por este motivo, reunida la Afictionía de Delfos y Antela, se declaró la guerra a Cirra. La Primera Guerra Sagrada duró unos 10 años (595-585).


La Anfictionía era una coalición de 12 tribus griegas (13) de Beocia, Jonia y el Peloponeso que se reunían por motivos religiosos en torno a los santuarios de Apolo en Delfos y de Demeter en las Termópilas, dos veces al año.

Delfos en el centro de la Helade



Cada una de las tribus solía enviar uno o dos representantes: Beocia, Fócida, Jonia (1 representante de Atenas), Magnesia, Tesalia (propiamente), Aqueos de Ftiotide, Dorios (1 Doride y 1 de Esparta), Oeteos, Aenianos, Malios, Lócrida, Perrebios (con 1 representante) y Dolopes (con 1 representante).


La guerra contra Cirra fue dirigida por Clístenes, el tirano de Sición, y por Alcmeon de Atenas. Clistenes emparentó con los Alcmeónidas cuando su hija Agarista I se casó con Megacles II (o III si contamos al arconte vitalicio) hijo de Alcmeon. Anteriormente estaba casado con una hija del tirano Pisistrato, pero no les fue bien y los Alcmeonidas fueron expulsados por segunda vez, brevemente. Megacles y Agarista fueron los padres de Clístenes, el legislador de Atenas.

Como resultado de la guerra, la ciudad de Cirra fue destruida y sus campos consagrados al dios ya no se podrían cultivar. Clístenes de Sicion celebró los primeros Juegos Píticos, que tenían una periodicidad de 4 años, como en Olimpia.


En el año 548 el antiguo templo de Trofonio y Agamedes se incendió. Se construyó otro, sufragado por la familia de los Alcmeónidas de Atenas, empleando grandes medios, que fue terminado hacia 510-505. El Segundo Templo o Templo de los Alcmeónidas era sin duda un edificio espléndido.


Durante las invasiones persas de Guerras Médicas (492-490 y 480-479) el oráculo fue acusado de filo persa por su consejo de “no resistir al invasor”. Sin embargo, continuó enriqueciéndose pues recibió diezmos tras las batallas de Salamina (480) y de Platea (479). Atenas donó un tesoro (capilla) tras la batalla de Maraton (480), un pórtico tras Mícala y una palmera con dátiles de oro tras la batalla de Eurimedonte (468). Gelon de Siracusa, un trípode de oro con una Nike tras Himera (480). El príncipe siciliano Polizalos de Gela, tras su victoria en los Juegos Píticos, una horrorosa escultura de un auriga. 
El Auriga de Delfos, sin el carro

Terminadas las Guerras Médicas, comienza el período de la Pentecontecia. Grecia estaba dividida en dos bloques liderados por las potencias vencedoras de Esparta y Atenas, la Liga del Peloponeso y la Liga de Delos, con regímenes políticos completamente distintos… Esparta apoyó la independencia de Delfos del resto de Fócide. En represalia, los foceos, aliados de Atenas, se adueñaron del santuario en 448 AC. Esta fue la causa de la Segunda Guerra Sagrada (449-448), un capítulo de la Primera Guerra del Peloponeso (460-445).


La fuerza expedicionaria ateniense que recuperó Delfos para la Fócide estaba comandada por el Alcmeónida Pericles, sobrino de Clístenes. Solamente en 421, con la Paz de Nicias, en el intermedio de la (segunda) Guerra del Peloponeso (431-404), Delfos pudo recuperar su independencia. 

El famoso busto de Pericles, hijo de Jantipo ateniense, por Calicres



Estas guerras apenas tuvieron consecuencias para el santuario y la afluencia de peregrinos no se detuvo. En 373 un terremoto provocó una avalancha de rocas de los montes Fedríades que destruyó parte del templo. La reconstrucción no terminó hasta 366.


En 356, los de Focide reclamaron la restauración de sus derechos soberanos sobre Delfos, lo cual acabó desencadenando la Tercera Guerra Sagrada (356-346). La Liga Beocia empezó obligando a las naciones unidas de la Anfictionia a condenar a Focide por no respetar sus juramentos de mandar un contingente a la Segunda Batalla de Mantinea (362). Como resultado, Tebas derrota a Esparta y sus aliados, pero muere el líder Epaminondas, lo que supone el principio del fin de la Hegemonia Tebana (desde Leuctra en 371). Como represalia, los Focidios ocupan Delfos y los terrenos de Cirra, que estaban consagrados al dios desde los tiempos de la Primera Guerra Sagrada. Los Focidios reclamaban esa tierra porque Cirra era una ciudad de la Focide y Delfos en los tiempos antiguos, también. Homero, en el Catálogo de Naves, los mete a todos juntos en el mismo barco: “Al frente de los Focidios iban Esquedio y Epistrofo, hijos del magnánimo Ifito Naubólida, que poseían Cipariso y la pedregosa Piton (Delfos)” (Il. II, 517-519).
Filomelo, líder de Focide, ocupó Delfos y se atrincheró allí. Los Focidios se hicieron dueños del santuario durante 10 años. Aunque Filomelo derrotó a Beocios y Locrios en las Termópilas (355), al final fue derrotado por las fuerzas conjuntas de Beocia y Tesalia. En 355 se suicidó.


El sucesor de Filomelo fue Onomarco, brillante general y político, que anteriormente había rechazado el sitio del Pelópidas y el Batallón Sagrado durante el sitio de Elateia (capital de Focide) en 371. Para ello había utilizado como escudos humanos a viejos, mujeres y niños.
Focide era aliada tradicional de Atenas, desde los tiempos de la Segunda Guerra Sagrada. Onomarco tuvo la habilidad de firmar un pacto militar con Tesalia en Feres. Los Beocios pidieron ayuda a una potencia rival de Tesalia, Macedonia, que estaba llevando a cabo una política expansionista bajo el liderazgo de su ambicioso rey Filipo II.

¿FIlipo II?


Onomarco expolió los bienes del santuario de Delfos para pagar tropas mercenarias y sobornó a algunos estados tesalios para abandonar su alianza con Tebas. Invadió Locrida, tomó su capital, Amfisa y destruyó la Tetrópolis de Doride. Penetró en Beocia y puso asedio a Orcómeno y Queronea, viéndose obligado a retirarse. Tras este asedio, recibió la petición de ayuda de Licofron II de Feres, que estaba siendo atacado por Macedonia, que apoyaba a un rival en el trono. Onomarco atacó a Filipo, lo venció en dos batallas, y lo expulsó de Tesalia. Filipo dijo que sólo era una retirada estratégica...


En 352, focidios y atenienses fueron derrotados en la Batalla del Campo de Azafrán por Filipo II. Onomarco intentó llegar a nado hasta la flota ateniense de su aliado Cares, pero murió ahogado o por las heridas del fuego amigo de sus propios dardos. Filipo II recogió el cadáver de su enemigo y lo crucificó como castigo por el sacrilegio cometido en Delfos.


En 352 pudieron reemprenderse los trabajos del templo, aunque la guerra continuó hasta 346. Onomarco tenía un hermano llamado Failo (Phailus) que asumió la dirección de la guerra con los restos del ejército focidio. Failo también malversó los tesoros del templo, pero no para los gastos de la guerra, sino para sacar provecho propio.


Según Partenio (Erótica Parteniana XXV), el tirano Failo se enamoró de la señora de uno de sus aliados, Aristón, líder de los Oetanos, las tribus salvajes que vivían en el monte Eta (no es el mismo rey de Esparta y padre del traidor Demarato). "El tirano de Focide envió mensajeros a la mujer, con la promesa de mucha plata y oro y añadió que cualquier cosa que pudiera desear no debería dejar de pedírsela. Pues no tuvo otro anhelo que el collar suspendido del templo de Atenea Pronaos, que algún tiempo atrás había pertenecido a Erífile y causado la perdición de Tebas... Failo el enamorado llevó un gran botín con las ofrendas de Delfos y el famoso collar a casa de Ariston. Durante algún tiempo, la mujer fue adorada como una diosa, pero al final tuvo un destino sospechosamente parecido al de Erífile. Su hijo enloqueció como Alcmeon, prendió fuego a su casa y en el incendio, la mujer y parte de sus pertenencias fueron pasto de las llamas".


Fócide terminó sus días de gloria en la historia de la Anfictionía. Expulsados por Filipo, los foceos fueron obligados a pagar una cuantiosa indemnización y perdieron sus votos en la Anfictionía en favor de Macedonia. Filipo hizo restaurar los tesoros perdidos a Delfos.


La Cuarta Guerra Sagrada comenzó en 339 AC a causa de los enfrentamientos de Macedonia y Atenas por el control de la Anfictionía. Los Locrios Ozolios de la ciudad de Amfisa acusaron ante la Anfictionía a los atenienses de sacrilegio porque durante la Tercera Guerra habían colgado dos escudos dorados en el templo de Apolo con una inscripción “los atenienses como botín de medos y tebanos cuando luchaban juntos contra los griegos”. Esto era un crimen religioso como el santuario aún no estaba restaurado y no había sido consagrado (se encontraban todavía en guerra) no estaba permitido exponer ninguna donaión y además ofendía a una de los estados de la Anfictionía. Amfisa propuso una multa de 50 talentos.


Atenas acusó a Amfisa de cultivar la llanura prohibida de Cirra...
En aquellos tiempos existían dos tendencias políticas en Atenas:
  • los amigos de Macedonia, representados por Esquines
  • los enemigos de Macedonia (y amigos de Tebas) de Demóstenes

Demostenes. Barba poco cuidada, mirada baja, ceño funcido...
Esquines y Demóstenes están en la lista de los 10 oradores áticos. Eran tan malos como el inventor de los radares móviles. Esquines consiguió en una reunión de la Anfictionía que se condenara a Amfisa, que era aliada de Tebas. Demóstenes logró que Atenas se ausentara de la reunión posterior donde se decidía si la anfictionía declaraba la guerra a Amfisa. Los de Tebas tampoco acudieron. 
Entonces los tesalios consiguieron que se encargara a Filipo II el castigo de la ciudad de Amfisa.

Filipo y su ejército entra con ganas en Grecia Central. Pacta con Focide y reconstruye la ciudad de Elateia. Luego divide su ejército en dos partes, una se dirige hacia el paso de Gravia para luchar con Amfisa y la otra hacia el paso de Queronea, donde le esperan atenienses y tebanos. Cae Amfisa y Filipo convence a la Anfictionía de Delfos de continuar la guerra contra Tebas.

Esquines. Vista al frente, serio, barba arreglada, peinado con rizo en el centro...



Filipo II, su hijo Alejandro y el general Parmenio entran en Beocia y se enfrentan a un descoordinado ejercito tebano y ateniense en la Batalla de Queronea de 338. Ahora es Demóstenes el que corre para luchar otro día...


Estos incidentes retrasaron la reconstrucción del Santuario de Delfos hasta 338.

Durante la época helenística se construyeron un teatro y un estadio nuevo. La Liga Etolia asumió el control del santuario. Los reyes de Pérgamo fueron los que realizaron los regalos más monumentales.

Celtas, Germanos y Romanos:

De inicios a mediados del siglo IV a.C. las tribus celtas fueron obligadas a migrar por la presión demográfica. Se establecieron en la llanura de Panonia, a orillas del bello Danubio azul, donde vivieron felices, por generaciones.

Al comienzo del III A.C.  comienzan su avance hacia el sureste, buscando mejores pastos y un clima más apacible, llegando al límite norte del mundo griego. Al mando de su líder Cambaules, un grupo llegó a Tracia, pero el reino de Macedonia fue capaz de mantenerlos a raya.

Desde 281, la presión que los galos ejercieron sobre el Reino de Macedonia fue incontenible, para un reino debilitado por largos años de la Guerra de los Diadocos, tras la muerte de Alejandro Magno. Los macedonios se aliaron con la tribu vecina de los Dardanios (curioso nombre), que ofrecieron 20.000 guerreros a la causa, pero el joven y prepotente rey de turno, el Lágida y Antigónida Ptolomeo Cerauno “el rayo”, rechazó la alianza.

Los galos ofrecieron la paz al rey de Macedonia pero éste la rechazó. En el 279, los celtas derrotaron a los macedonios matando a Ptolomeo Cerauno en batalla. El camino hacia Grecia central estaba expedito.

Los celtas estaban divididos en tres grupos:
  • Flanco oriental al mando de Ceretrio, que atacó Tracia y venció a los Getas.
  • Flanco central al mando de Breno atacaron Macedonia y luego aplastaron a los dardanios.
  • Flanco occidental de Bolgios, atacó a los Ilirios y mató al rey Ptolomeo Cerauno.

Surgió un líder de la casa de Antígono llamado Sóstenes que reunió tropas y resistió a los celtas un tiempo. Sóstenes fue nombrado rey, pero tal final fue vencido y muerto. Todo su país fue saqueado menos las ciudades fortificadas que los celtas no pudieron tomar (no sabían sitiar ciudades amuralladas).

Al tener noticias de las grandes riquezas helénicas, un ejército de jinetes al mando de Breno (se llamaba igual que el fulano que atacó Roma el siglo anterior) invadió el Norte de Grecia. Esta campaña tuvo lugar en invierno, con el Parnaso nevado. Estas condiciones climáticas unido al apoyo etolio y de los foceos, salvaron un primer ataque sobre el templo de Delfos.

Los celtas cayeron sobre Tesalia a las órdenes de Breno. Los primeros ataques celtas se producen en el valle del río Esperqueo, haciendo retroceder a los griegos. Los griegos organizaron un ejército al mando de Cefisodoto de Beocia y Poliarco de Etolia. Se hicieron fuertes en las Termópilas, el estrecho paso desde donde se podía defender el acceso a Grecia Central. En un principio fueron contenidos por este pequeño grupo de guerreros... (esto se repite muchas veces...).

Breno, marcando abdominales. Parece Asterix.
Las fuerzas celtas atacaron de frente el paso, siendo retrasados. Luego intentaron flanquear las montañas y fueron rechazados.

Para hacer retroceder a los griegos, Breno mandó un contingente celta a Etolia, donde estaban las bases de aprovisionamiento griegas. Saquearon Callium, al Norte de Delfos, ciudad que arrasaron por completo, mataron a todos los hombres y violaron a todas las mujeres, vivas o muertas, también a algunos varones... 

Breno, herido, se retiró de la lucha. La leyenda asegura que Atenea y Artemisa intervinieron en la batalla, provocando el derrumbamiento de piedras del Parnaso, lanzadas sin duda por los griegos apostados en las alturas, sembraron el pánico entre los gálatas. Antes de retirarse, saquearon los templos de Marmaria, cargando su precioso botín. Colgado del Templo de Atenea estaba el collar maldito...

El Oráculo de Delfos era conocido por los celtas por sus leyendas de estatuas de oro, aunque sólo era un baño de oro por encima del bronce. Breno si lo sabia aunque ocultó este dato a sus tropas para darles moral.

Breno marchó con sus 40.000 galos al Ática, cruzaron las montañas con ayuda de la neblina y guías griegos. Parte de los galos se quedaron en Heraclea con el botín, los locales les dieron sobornos a cambio de no saquear sus ciudades.

Los celtas sufrieron los efectos de la guerra irregular, el acoso de las guerrillas campesinas de los focidios. Los restos del ejército beocio y ateniense que se unieron y salieron en su persecución. Esto no impidió a la horda celta seguir arrasando santuarios, primero el de Zeus de Dodona en Epiro y luego el de Olimpia. En cada ciudad que ocupaban hacían un botellón por lo que se desconoce si Breno, agonizante, murió a lo largo del viaje de vuelta por sus heridas o por el alcohol. 

Sin su líder, la alianza gala se rompió y cada pueblo siguió su destino:
  • La mayoría de la expedición tuvo destinos diferentes una parte volvió a la llanura panónica, en el este de Europa, para mezclarse con Getas y Dacios
  • Los Volcas Tectosagos regresaron a la Galia, por ello se llamaron galos. Estos fueron los que se llevaron el botín de guerra.se establecieron en las nuevas tierras conquistadas.
  • Los Tolistobogii, los Trocmi y parte de los Volcas Tectósages cruzaron el Mar Negro y pasaron a Asia Menor. De su unión con los nativos provocaron el nacimiento de reino de Galacia (el de las Cartas de San Pablo).
Los Tectósages al llegar a Tolosa, intentaron escurrir el dinero a la depredación del fisco. Se cree que fundieron el oro y la plata. La plata la transformaron en gigantescas ruedas de molino. Escondieron el tesoro en diversos lagos sagrados ubicados en el recinto del templo del dios Apolo de Tolosa. Los romanos calcularon que el total ascendía a 15.000 talentos o casi 70 toneladas. El oro sagrado debería de custodiarse en el templo para evitar la ira del dios por la profanación. Aunque se vieran las piedras de oro relucir en el fondo del lago y en las orillas, los habitantes sabían que no deberían tocarlo por miedo a la maldición. Tesoros arrojados a los lagos son la espada de Arturo y el oro del Rin (aunque éste de la tradición germánica).

Sobre los restos del antiguo templo de Apolo se erigió una iglesia cristiana y posteriormente la Basílica de la Dorada de Tolosa, que debe su nombre a los numerosos mosaicos de oro que contenía...

Basílica de Nuestra Señora la Dorada de Tolosa

Hacia el siglo II AC, Roma se encuentra en expansión en la Galia y en Hispania. Un pretor de Hispania Ulterior y después procónsul de la Galia Transalpina, Quinto Servilio Cepion el Viejo, cuyo padre había derrotado a Viriato en la Guerra Lusitana, tuvo noticia del oro de los galos "Aurum Tolosanum habet".
Don Pablo es Quinto Servilio Cepion, AAARGH!
El oro de los tectósagos se convirtió en una leyenda envuelta en un aura maldita debido a su origen sacrílego. Si los galos sabían dónde estaba y podían verlo desde las orillas de los lagos, ¿por qué no lo tomaban?

En el año 105 AC, el procónsul  Quinto Servilio Cepión, comunicó el descubrimiento del oro en Tolosa. Fue encargado de custodiar y de enviar el tesoro al senado. Pero el oro desapareció en el camino. Estrabón menciona que "fue a causa de la imposición de manos sobre ellos que Cepión acabó con su vida en desgracias ..." y luego dice que acabó sus días desterrado en Asia Menor y sus hijas acabaron ejerciendo la prostitución.

Se informó de que el oro fue robado por una banda de merodeadores, que el mismo Cepión les había contratado. Quinto Servilio Cepión, el cual había derrotado un año antes la insurrección de los Volcas por la que fue homenajeado, fue acusado públicamente de sustraer un parte del tesoro de Tolosa simulando un asalto de forajidos a la caravana que transportaba el oro hasta la ciudad de Massalia, desde donde debía embarcar a Roma.
  Cepión fue derrotado en la batalla de Arausio por su arrogancia, y fue procesado por corrupción por el Senado.

La Batalla de Arausio tuvo lugar el en 105, en algún lugar entre el poblado de Arausio, actual Orange (Francia), y el río Ródano. Roma envió a dos ejércitos para interceptar a las tribus migratorias de cimbrios y teutones, dirigidos por Boorix y Teutobod.

Uno de los ejércitos iba al mando de Cepio que era un patricio de antigua estirpe, y Malio era un plebeyo, un "hombre nuevo” sin antepasados. Cepio debía subordinarse a Malio por ser éste el cónsul ese año, pero su orgullo se lo impedía. Cepio montó el campamento en la orilla opuesta del río con tal de no estar bajo su mando, a unos 35 km de distancia. El pique entre los comandantes fue la principal causa del desastre. Las pérdidas romanas se elevaron hasta 80.000 legionarios (en 12 legiones) prácticamente la totalidad de tropas auxiliares (para Mommsen alrededor de 40.000 más). Esta derrota por mal entendimiento de los líderes romanos, recuerda un poco a la batalla de las Horcas Caudinas.

Las migraciones de las tribus de cimbrios y teutones por territorio galo tras la batalla de Noreia alteraron el equilibrio de fuerzas en la zona, absorbiendo a tribus menores e incitando o provocando a otras tribus, como los helvecios, a un conflicto con Roma.

Una emboscada a un pequeño contingente de tropas romanas y una rebelión temporal en Tolosa hizo movilizar al Senado tropas al lugar. 

Tras recuperar Tolosa para la Galia Narbonense, el procónsul Quinto Servilio Cepio adoptó una estrategia defensiva, esperando a ver si los cimbrios iban a irrumpir en territorio romano. Por otro lado, el Senado envió al cónsul Malio Máximo con su ejército a unirse con Cepio a las orillas del Ródano.

Malio envió a su caballería de unos 5.000 jinetes, bajo las órdenes de Marco Aurelio Escauro,  que acampara 55 km al norte, con el doble objetivo de vigilar al enemigo. Los germanos y galos rodearon el campo, penetraron en él y acabaron con la resistencia romana. Escauro fue capturado vivo y llevado ante Boiorix, rey de los cimbrios, a quien de forma arrogante le dijo que diera la vuelta si no quería ver su pueblo vencido y aniquilado por Roma. En respuesta, fue quemado vivo en una jaula de mimbre. Mientras tanto, unos representantes del Senado habían llegado para intentar unir los dos ejércitos. Pero Cepio cruzó el río y acampó a 35 km de Malio, dejando a los germanos entre los dos ejércitos romanos y con el río en medio para que no pudieran ayudarse.

Boiorix, al verse rodeado de dos ejércitos, se replanteó la situación y comenzó unas negociaciones con Malio. Cepio por miedo de que Malio tuviera el éxito y regresara a Roma como un héroe, lanzó precipitadamente un ataque contra el campamento cimbrio. Los cimbrios se revolvieron y primero acabaron con el ejército de Cepio y después arrasaron su campamento. Bien.

Después, los cimbrios, se abalanzaron contra las legiones del cónsul Malio, moralmente tocadas tras presenciar la masacre del ejército Cepio desde la orilla y no poder hacer nada. Malio desplegó sus legiones frente al campamento apoyando su flanco izquierdo en el río, pero no pudo proteger su lado derecho al no tener caballería (se había ido al Cielo con Escauro) que maniobrara para evitar el flanqueo, por lo que su ejército fue superado por la derecha y  atrapado contra el río. Se produce una gran mortandad entre los legionarios por no poder huir a nado debido al  peso de las armaduras los arrastraba hasta el fondo.

El cónsul Malio y el procónsul Cepio sobrevivieron a la masacre. Ambos fueron juzgados en Roma, siendo desposeídos de todos sus honores. Cepio además fue condenado al exilio en Esmirna. La maldición del oro se trasmitió a su hijo, Quinto Servilio Cepión el joven, que luchó contra Roma en la Guerra Social. A duras penas escapó una acusación de "maiestas"  tras disputar con el tribuno Marco Livio Druso, que era su primo, y el Princeps Senatus Marco Emilio Escauro (que muchas veces se confunde con su pariente muerto en Arausio).

Cepión muere en una emboscada ejecutada por el general Quinto Poppaedius Silo. El oro de Tolosa en sí mismo nunca fue encontrado, y se dice que se han pasado todo el camino hasta el último heredero de los Caepiones, Marco Junio Bruto, célebre asesino de César (hijo de Servilia, que era hija de Quinto el joven). Los romanos, después de dominar esta regiones, venden los lagos para el erario público, y muchos de los compradores encuentran en las piedras de molino martillo de plata.

En Tolosa, el templo era sagrado y muy venerado por los habitantes de los alrededores. Los tesoros allí custodiados eran abundantes. Muchas personas los habían visto pero nadie se atrevió a poner las manos sobre ellos.


La reciente cadena de desastres militares (derrotas de Noreia y Arausio) causaron una  alarma social en Roma. Estaban casi sin ejército y con un terrible enemigo al otro lado de los Alpes, como en Cannas. Además, era la opinión que la culpa del fracaso militar la tenía Cepio, por el sacrilegio cometido.

Batalla de Vercelas por Tiepolo

Los cimbrios iniciaron una guerra contra una tribu arverna, y tras ganarla, inexplicablemente se dirigieron a los Pirineos, adentrándose en Hispania, en vez de entrar en Italia y atacar Roma. Llegaron a una zona al Norte y Oeste de Hispania que ya empezaba a ser conocida como Gallaecia... Esto dio tiempo a los romanos a recuperarse. Finalmente, los cimbrios fueron derrotados en 101 AC en la batalla de Vercelas, por Cayo Mario y su amigo Sulla.