martes, 2 de marzo de 2010
La Santa Lanza I
La pasión y muerte de Jesús de Nazaret se describe en:
- Evangelio de San Juan cap. XIX (34,37)
- Evangelios sinópticos de San Marcos (15, 39) San Mateo (27,54) y San Lucas (23,47)
Desde luego, el que se para más en los detalles es San Juan: "uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua". Sin embargo existe otro documento, el evangelio apócrifo de San Nicodemo, llamado a veces Hechos de Pilatos, escrito hacia el siglo IV. Aquí es donde se cuenta que el soldado se llamaba Longino, que era asombrosa mente parecido a John Wayne, excepto que era tuerto a causa de una gigantesca catarata en su ojo derecho, aunque la visión le mejoró cuando las salpicaduras del agua y la sangre de Cristo le hicieron luxar el cristalino.
Los romanos tenían la costumbre de romper las piernas a los crucificados para que al descolgarlos de la cruz, no salieran corriendo. Como era viernes por la tarde y querían marcharse, al último de los crucificados del día, decidieron hacerle la eutanasia clavando una lanza en el tórax, por acabar pronto. Aunque parezca increíble, después de verlo sangrar y expulsar ¨agua¨ por la herida, dedujeron que ya estaba muerto... La verdad es que debieron de pinchar bien poco. El arma reglamentaria del centurión romano de la época llamada ¨Hasta Longa¨consiste en una lanza de con punta de hierro de 25 a 35 centímetros colocada sobre un astil de madera que termina en un regatón metálico con una longitud total de 1,80 a 2,70 metros.
La leyenda dorada de Santiago de la Vorágine (s. XIII?) cuenta que este Cayo Casio Longino se convirtió en un eremita y vivió en Capadocia. En una miniatura de un manuscrito conservado en la Biblioteca Laurenciana de Florencia, dibujado por un tal Rabulas en el año 586, aparece el nombre Loginos escrito con caracteres griegos sobre la cabeza del soldado que está clavando su Lanza en el costado de Cristo. Es muy interesante que ¨Logje¨ en griego signifique lanza, pero,¿qué fue antes, el huevo o la gallina? (pregunta tonta, primero fue el verbo...). Longino es el tercer nombre o apodo de alguien que se había distinguido en el manejo de esta arma: Cayo Casio Longino (¨el lancero¨), otros romanos podrían llamarse Titus Traviesus (los nombres romanos no suelen engañar). La palabra LONGINO aparece escrita por primera vez en España en el lomo de uno de los toros de Guisando, en un auténtico acto de gamberrismo romano sobre una obra de arte ibera. Casio es un apellido familiar muy frecuente en toda la historia de Roma (siempre hay un Casio Longino al lado de un Licinio Craso) en España y después, como por ejemplo los Banu Qasi de Zaragoza quienes se suponen descendientes de un conde romano llamado Casio. No me extrañaría que el tal Longino fuera un hispano romano destinado en Jerusalen para hacer la mili.
Se dice que Longino falleció mártir en la Anatolia central. La tradición celebra en el 15 de marzo la fiesta de San Longinos, pero se trataría de uno de esos santos que no aparecen en el calendario oficial. De alguna manera, el sarcófago (medieval) de San Longino apareció en el castillo de Vyselvad, en Praga, donde fue transportado al aparecer flotando en el río. En Praga existen tres extrañas iglesias de planta circular, a punto de caerse. Una de ellas, situada en la ciudad nueva, está dedicada a San Longinos.
Como Longino dimitió de su trabajo, supongo que la lanza sería devuelta a la armería. Eso si no se lo quedó el principal coleccionista de reliquias de la época, Jose de Arimatea: cruz, clavos, sudario, grial, corona... El caso es que los cristianos de Jerusalen la tuvieron que esconder muy bien porque entre el 66 y el 70, durante la rebelión judía, Jerusalen y el Templo de Herodes fueron destruidos por el Emperador Tito, por la X Legión. Por si fuera poco, en el año 131, durante el reinado del emperador Adriano, Jerusalen volvería a ser destruida y los judíos expulsados (pero no los cristianos). En el lugar se fundó una colonia romana, Aelia Capitolina. La siguiente noticia de la lanza es que aparece en Tebas, en poder de San Mauricio, comandante cristiano de la legión, que murió mártir presuntamente por orden del emperador Maximiano. A éste le sucedió el emperador Constancio, de la familia Flavia, ¨casado con Santa Elena¨, padres del emperador Constantino. Santa Elena fue una arqueologa vocacional, que excavó Jerusalen y en el 312 encontró la madera de la cruz, los clavos, la corona de espinas y ... la lanza de san Mauricio.
La lanza se quedó para su veneración en la capilla del Santo Sepulcro. Con los clavos, Constantino construyó una corona de hierro que se conserva en la catedral de Monza y otro clavo lo añadió a su propia lanza, Lanza de Constantino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No me salen las cuentas.
ResponderEliminarPues a mí tampoco. La cuadratura del círculo es imposible porque Pi es un número trascendente y al equiparar áreas del círculo al cuadrado siempre te falta o te sobra un poquito. Puedes volverte majara buscando un polinomio del cual Pi sea raíz (negar el principio de transcendencia) pero me temo que dentro del Señor Universo Físico no lo encontrarás. También puedes contentarte con una cuadratura aproximada, que no pasa nada. Y no pasando nada, le afeitas un poco una esquinita y dices que la pérdida de superficie se debe a la entropía o al tiempo.
ResponderEliminarMe refería al número de lanzas.
ResponderEliminarCon la cuadratura del círculo no tengo problemas: Pi es 3.
De momento solo hay dos... yo no hago como en Canal Historia.
ResponderEliminar¿Es verdad eso que dicen que con los trozos de la Vera Cruz se puede construir un barco de tres palos?
ResponderEliminarCon los trozos auténticos sólo se podrían construir barcos de juguete. Con los falsos, se podría repoblar el Amazonas y aún sobraría para que una ardilla viajara desde Gibraltar hasta los Picos de Europa sin bajarse de los árboles.
ResponderEliminarPoner animalitos en los ejemplos, hace que las cosas se entiendan mejor.
ResponderEliminarSé cómo se clava un palo en la tierra, pero unir el travesaño y que aguante el peso de una persona me parece más dificil. ¿Clavos o cuerdas? ¿No podía haber más palos que aguantaran la base?
Las cuerdas ayudan pero el truco estaba en el segundo travesaño, a la altura de las piernas, para ayudar a sostener el peso del cuerpo. Esto lo desconocían los artistas del románico y lo redescubrieron en el gótico.
ResponderEliminarA todo esto hay que añadir que las cruces no se hacían para que los crucificados estuvieran cómodos (la Vida de Brian es una película, maldito Terry Jones). En general, si se desgarraban, caían o se morían, daba igual. esteticamente y pensando en el marketing, queda mejor bien clavadito, pero la realidad, mucho ,me temo era bien distinta. A eso me refiero cuando digo que los romanos no conocían el jabón y las cuchillas de afeitar (no iban tan bien afeitaditos y limpitos como Kirk Douglas en Espartaco).
Me parece más difícil lo que hizo Vlad Tepes el Empalador en los bosques de Valaquia. Extraña combinación entre sadismo y equilibrio.
Los romanos sí se afeitaban. Vi sus caras en el museo capitolino. E incluso en algún mosaico de los baños de Caracalla.
ResponderEliminarSe afeitaban, pero mal. A los 18 años solian ofrecer el pelo de su primera barba en el Templo de algun dios local. En las estatuas y en los mosaicos solian aparecer bien afeitaditos porque les gustaba quedar bien para la posteridad. Tampoco les pintaban los pelos de las piernas y nadie piensa que se depilaban. Existen dos excepciones:
ResponderEliminar- Marco Aurelio y Claudio II no se afeitaron en su vida
- Caligula si se afeitaba las piernas. Y usaba peluca.