Miniatura medieval. El cuerpo de Jesucristo es herido por dos lanzas... |
Un martes 14 de julio de 1789, unas cuantas centenas de parisinos del Tercer Estado o de la tercera división del Estado, que protestaban por el cese del ministro de economía de origen suizo Jacques Necker, toman la fortaleza-prisión de San Antonio de la Bastilla, dando inicio a la Revolución Francesa y a la Edad Contemporánea. La Revolución que depuso a un Rey de tercera división, acabo entronando a un Emperador de primera, después de cortar muchas cabezas.
En esta época y para evitar males mayores, las reliquias conservadas en la Sainte Chapelle de París: la corona de espinas, parte de la cruz, la punta de la Santa Lanza, la esponja y otras reliquias del martirio de Jesús, adquiridas por el rey Luis IX de Francia a Balduino II de Constantinopla, el último emperador latino, fueron trasladadas a la Biblioteca Nacional. Y así se perdió la lanza... o no.
En 1777, el edificio estaba que se caía. Se realizo una especie de reconstrucción, derribándose un pequeño edificio anexo al ábside, que no se volvió a levantar. Curiosamente, en este lugar era donde se conservaban la Corona de espinas y la Lanza. Desde mediados del siglo XX están prohibidos picos y palas.
La otra lanza autentica, seguía en Nuremberg. Cagaditos de miedo por si Napoleón se acercaba a Núremberg, en 1796 los notables y los sobresalientes de la ciudad decidieron trasladar las joyas de la corona a Viena. La colección fue confiada al Barón Von Hügel, que prometió devolver los objetos en cuanto la paz fuera firmada y la colección estuviera segura. Cuando el Sacro Imperio Romano desapareció por decreto en 1806, el pícaro Von Hügel aprovecho la confusión y vendió la colección entera, incluyendo La Lanza, a los Habsburgo. En vano los consejeros aprobados por la ciudad de Nuremberg intentaron en 1818, con Bonaparte suprimido, que les fuera devuelto el tesoro, pero no les hicieron ni maldito caso. La Lanza fue custodiada en la Schatzkammer (Cámara del Tesoro) de Viena, en el Palacio Hofburg. Aquí la encontró en 1912 un pintor fracasado porque había suspendido su examen de ingreso en la Academia de Bellas Artes y que estaba verdaderamente cabreado. El pintor se llamaba Adolf Hitler y era un autentico friki.
Después de la Anschluss, cuando Austria se unió al Tercer Reich, Adolfo Hitler se quedo la lanza. Bueno, en realidad, decidió el traslado a Nuremberg en respuesta a la petición de restricción por el alcalde de la ciudad, Willy Liebel (regalos de Hitler a su elite). Un antiguo amiguito de botellón de Hitler en sus años menos locos, llamado Walter Johannes Stein, que huyo a Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, entre otras cosas por ser judío, le contó a un oficial ingles llamado Trevor Ravenscroft el supuesto rollo místico del Führer con la Lanza y de esta manera ¨Spear of Destinity¨ se publico en los años 70. Con el supuesto poder de la Lanza, los Nazis crearon una barrera mágica rodeando el Tercer Reich que impide a Superman o La Mujer Maravilla no podían terminar la guerra en cinco minutos... al menos en los comics DC, porque en Marvel ya es otra cosa: el Capitán América y Nick Furia si combaten en la SGM. Lo que ocurre es que la lanza ya tenía las pilas algo gastadas.
En abril de 1945, el Séptimo Ejército americano toma la ciudad de Nuremberg, por cierto, destruida en un 90% durante la guerra. Sin embargo, el tesoro no estaba. Todavía tardaron unos cuantos meses en encontrarlo en un refugio antiaéreo de la Paniers Platz. A lo mejor la tenía escondida el antiguo general del Séptimo Ejercito, un poeta llamado Patton, que escribió:
I cannot name my battles
For the visions are not clear,
Yet, I see the twisted faces
And I feel the rending spear.
Perhaps I stabbed our Savior
In His sacred helpless side.
Yet, I've called His name in blessing
When after times I died.
Salvo sorpresa, la Lanza fue devuelta a la cámara del tesoro, el Schatzkammer de Viena, donde te la dejan ver a 12 euros la entrada.
Acabando el Siglo XX, solo quedan 4 lanzas:
- en Viena
- en Cracovia, copia de la anterior
- en Roma, le falta la punta
- en Armenia, no tiene forma de lanza
No fue el séptimo, sino el tercer ejército.
ResponderEliminarCorregido. El Septimo Ejercito de Patton fue el que organizo el botellon en Sicilia. Con el tercero se dedico a hacer turismo en Francia. Yo tamben vi la peli.
ResponderEliminarNúremberg fue tomada por el Séptimo Ejército aunque Patton no dirigió la orquesta.
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