lunes, 30 de agosto de 2010

La viña de Nabot



La historia de la viña de Nabot aparece en el Primer Libro de Reyes.

En Samaria vivía un señor llamado Nabot que tenía una viña en Jezreel, junto al palacio de Acab, alcalde rey del Norte de Israel.

Un buen día, Acab fue a junto Nabot y le dijo: -Dame tu viña para que me sirva como huerto de verduras, porque está junto a mi casa, y yo te daré por ella otra viña mejor que ésta. O si te parece mejor, te pagaré su precio en dinero. De expropiación forzosa por bien de interés general y leyes de concentración agraria, no dijo absolutamente nada.

Y Nabot Respondió a Acab: -¡Guárdeme Yahveh de darte la heredad de mis padres! Nabot era un hombre virtuoso que hacía el bien y conocía la ley para actuar correctamente y además estaba satisfecho con su decisión.

¿A qué ley se refiere?

- Supongo que Levitico XXV (25), 23 donde Yahveh le dice a Moises (o eso cree el): ¨Y la tierra no se venderá a perpetuidad porque la tierra es mía y vosotros sois en lo mío peregrinos y extranjeros arrendatarios¨. Estaba de mal humor.

- Mejor aún en Isaias V (5), 8: ¨ ¡Ay de los que añaden casas a casas, de los que juntan campos a campos hasta acabar el termino, siendo los únicos propietarios en medio de la tierra!¨.

Acab era un hombre moderado, quiere quedarse la viña y lucha contra sus deseos, pero acaba tomando la acción correcta y deja en paz a Nabot. Se fue a su palacio decaído, triste y enfadado por las palabras que le había respondido Nabot de Jezreel, quien le dijera: "No te daré la heredad de mis padres." Se acostó en su cama enfurruñado, volvió su cara contra la pared y no quiso tomar la cena.

La señora de Acab se llamaba Jezabel. Era viciosa e idólatra. Fue a junto su marido y le preguntó: -¿Por qué está decaído tu Espíritu, y no quieres comer? (Me paso todo el día en la cocina y cuando llegas del trabajo no me haces ni caso…).

Y él le respondió: - Porque hablé con Nabot de Jezreel y le dije: "Dame tu viña por dinero; o si te parece mejor, te daré otra viña por ella." Y me respondió: "No te daré mi viña."

Jezabel le dijo: -¿Tú actúas ahora como rey de Israel, calzonazos? ¡Levántate y ven a comer! ¡Y alégrese tu corazón! ¡Sursum corda! - ¡Ay!, no, esto no lo pudo decir - ¡Yo te conseguiré la viña de Nabot de Jezreel!

Entonces Jezabel, además de cocinera sabía escribir y tenía un máster en religiones antiguas y otro en administración tiránica de imperios. Además procedía de un pueblo comercial, era hija del rey de Sidón y creía en el mercado libre… y tan libre. Como todavía no se había inventado la OPA hostil, recurrió a métodos más drásticos. Escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su anillo y las envió a los ancianos y principales que habitaban en su ciudad con Nabot.

Las cartas que escribió decían así: Proclamad ayuno y haced que Nabot se siente frente al pueblo. Haced que se sienten frente a él dos hombres perversos para que testifiquen contra él diciendo: "¡Tú has maldecido a Dios y al rey!" Entonces sacadlo y apedreadlo hasta que muera.

Los hombres de su ciudad, los ancianos y los principales que vivían en su ciudad eran intemperantes, sabían que estaba mal pero hicieron como les mandó Jezabel. Conforme a lo escrito en las cartas que ella había enviado, proclamaron ayuno e hicieron sentar a Nabot frente al pueblo. Luego vinieron los dos hombres perversos que eran viciosos y se sentaron frente a él. Y estos hombres perversos dieron testimonio contra Nabot frente al pueblo, diciendo: - Nabot ha maldecido a Dios y al rey. Entonces lo sacaron de la ciudad y lo apedrearon. Y asi murió.

Después enviaron a decir a Jezabel: "Nabot ha sido apedreado y ha muerto."

Sucedió que cuando Jezabel Oyó que Nabot Había sido apedreado y que había muerto, dijo a Acab: -Levántate y toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, quien no te la quiso dar por dinero. Nabot ya no vive; ha muerto.

Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, saltó de la cama para descender a la viña de Nabot de Jezreel a fin de tomar posesión de ella.

Aconteció que vino la palabra de Yahveh al profeta Elías el tisbita, diciendo:
-Levántate de la cama y vete al encuentro de Acab, rey de Israel, que reside en Samaria. Está en la viña de Nabot, a donde ha descendido para tomar posesión de ella.

Le dirás: "Así ha dicho Yahveh: ¿Has asesinado y también has tomado posesión? Así ha dicho Yahveh: En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, tu misma sangre” (la sangre de su propiedad o la de sus hijos).

Acab dijo a Elías: -¿Así que me has encontrado, enemigo mío? El respondió: -Te he encontrado, porque te has vendido para hacer lo malo ante los ojos de Yahveh.

Así dice Jehovah: "He Aquí, yo traeré el mal sobre ti y te barreré por completo. Eliminaré de Acab a todo varón en Israel, tanto al esclavo como al libre. (Estos son los daños colaterales).

Yo haré a los de tu casa como a los de la casa de Jeroboam hijo de Nabat y a los de la casa de Baasa hijo de Ajías, porque has provocado mi ira y con has hecho pecar a Israel."

También de Jezabel ha hablado Jehovah diciendo: "Los perros comerán a Jezabel en la parcela de Jezreel.

Al que de Acab muera en la ciudad, lo comerán los perros; y al que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo". (¡El funeral aéreo dos siglos antes de la llegada de los persas!).

No hubo realmente nadie como Acab, que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos de Jehovah, pues su mujer Jezabel lo incitaba.

El actuó de manera muy abominable, yendo tras los ídolos de su mujer (este va a ser el problema), conforme a todo lo que hacían los amorreos, a los cuales Yahveh había echado de delante de los hijos de Israel.

Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestiduras, puso cilicio sobre su cuerpo, ayunó y se acostó con el cilicio. Y asi andaba humillado.

Entonces vino la palabra de Yahveh a Elías el tisbita, diciendo: -¿Has visto Cómo se ha humillado Acab delante de Mí? Por cuanto se ha humillado delante de Mí, no traeré el mal en sus días. Pero en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.

En 853 a. C. El rey arameo de Siria ocupa la ciudad de Ramot de Galaad, lo que desencadena la cuarta guerra arameo-israelita. El reino hebreo del Sur Judá y el Reino Norte de Israel se alían y atacan para recuperarla, aunque no consiguen tomarla. El rey Acab muere en el combate, herido de flecha.
Jezabel siguió gobernando con su hijo Ocozias. Cuando éste fallece accidentalmente al caerse de una ventana, Jezabel continúa mandando a través de su otro hijo, Joram.
Pero la profecía tenia que cumplirse obligatoriamente. El general Jehú es ungido rey por el profeta Eliseo. Se enfrenta luego a Jezabel en Jezreel y convence a unos eunucos intemperantes para tirar a la reina madre por una ventana. Así lo hacen y la dejan en la calle para que la coman los perros. Al rey Joram lo asesinan en batalla y también lo dejan sin enterrar, que las aves del cielo tienen el mismo derecho a comer que los gusanitos .

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