Santo Tomás de Aquino nacido el 28 de enero de 1225 fue un notable teólogo y Doctor de la Iglesia Católica que vivió en la edad media. Su trabajo más conocido es la Summa Theologica, tratado en el cual postula Cinco Vías para demostrar la existencia de Dios. Canonizado en 1323, fue declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y Patrón de las Universidades y Centros de estudio católicos en 1880.
Comienza su formación como fraile dominico, discípulo de San Alberto Magno. Su actividad docente la desarrolló en la Sorbona. Entre su abundante obra destacan los Comentarios aristotélicos y como obras sistemáticas la Summa contra gentiles y la Summa Theologica. Ésta última puede ser la obra cumbre. En el fondo no es tan complicada de leer. Se divide en tres partes:
1) Dios uno y trino,
2) Vida moral del hombre
3) Cristo y su obra. Cada parte a su vez se compone de cuestiones, artículos, objeciones y respuestas (curioso como el libro de anatomía de Testut).
En el siglo XII(13) se produce el redescubrimiento del aristotelismo en occidente. Hasta entonces predomina la doctrina platónica, debida al influjo de San Agustín y a las invasiones bárbaras (impidieron conocer las obras de Aristóteles). En el siglo VII se produce la expansión del Islam que trasmite un poco la obra de Aristóteles. Avicena (siglo XII) comprende un aristotelismo contaminado de platonismo y Averroes(siglo XII) un aristotelismo puro (y así le fue).
En la Sorbona surge un movimiento filosófico llamado Averroismo latino. Trata de aunar fe y razón, aristotelismo y cristianismo. Se basa en tres principios:
- el mundo es eterno (y si es eterno ¿cómo puede ser creado?)
- niega la inmortalidad individual del alma, sólo es inmortal el entendimiento, que es un agente único y común
- surge la teoría de la doble verdad: aristotelismo y cristianismo
Santo Tomás le da otra vuelta a la tuerca, interpretando que el aristotelismo no implica la eternidad del mundo, que este puede ser eterno (existe desde que existe el tiempo) y a la vez creado por Dios (ser anterior al tiempo). Santo Tomás opina que sólo es inmortal el alma individual más noble.
La estructura de lo real (metafisica) y la interpretación de la naturaleza (fisica):
Santo Tomás interpreta el concepto aristotélico de cambio en términos de potencia (ser en potencia) y acto (ser en acto). El cambio lo define como el tránsito de ser en potencia (posibilidad) a ser en acto (real). La nada es lo que no es.
La realidad física se compone de la suma materia (hile) que equivale al ser en potencia y la forma (morfa ) que es el ser en acto. Por esto se llamó teoría hilemórfica de las sustancias naturales.
Según este principio, un ser sin materia no está sujeto al cambio (un presente eterno, un acto puro). Sólo los seres físicos tienen una dimensión temporal, material...y estan sujetos al cambio.
Siguiendo este razonamiento llega a la teoria de las cuatro causas : material, formal, eficiente y final.
La teología tomista aborda la existencia y esencia de Dios. Tomás acepta la demostración aristotélica de Dios como acto puro; pero no puede compartir la relación aristotélica entre Dios y el mundo, según la cual Dios es un demiurgo que ni creó ni sabe que existe el mundo a pesar de ser su causa final.
La antropología tomista es más o menos la aristotélica. Considera la unión de cuerpo y alma como sustancial, no accidental. En esta unión el cuerpo es la materia y el alma la forma (qué bonito).
También coinciden en la ética. Los dos consideran que el fin último del hombre es la felicidad, solo que para Tomás ésta consiste en la contemplación o conocimiento intelectual de Dios. Las normas morales se basan en la naturaleza humana entendida teleologicamente (en función de las metas o fines).
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