jueves, 2 de abril de 2009

El Tesoro Godo


El 30 de abril de 711, Tárik desembarca en Gibraltar (vale que a partir de entonces lleva su nombre: Yabal Táriq). Tras desembarcar, ordenó quemar las naves y realizó una proclama a la tropa (oye, como Cortés?).


Traidores nobles de la Bética favorables a Agila II recibieron a Tárik y a sus soldados, que eran todos bereberes cristianos, como aliados. Las normas de los Concilios de Toledo prohibían solicitar ayuda al extranjero para ocupar el poder (pero si Tarik fuese cristiano y gobernador de Tanger, no sería extranjero...Taric se parece mucho a Alaric...). Rodrigo y Agila acordaron una tregua para combatir juntos a los invasores, con lo que la situación de Táriq pasó a ser desesperada, con el mar a la espalda y con un ejército de tan sólo 7.000 hombres.

La base de Rodrigo estaba en Córdoba. El ejército de Agila se encontraba cerca de Cartago Nova. Tárik envió un mensajero a Muza, quien le mandó 5.000 hombres de refresco. En julio de 711, en la Laguna de Janda tuvo lugar la batalla conocida como Batalla de Guadalete. Los seguidores de Agila, en un momento dado, abandonaron la batalla y provocaron la derrota de Rodrigo. Murieron muchos nobles, incluso el propio Rodrigo... aunque este dato no es seguro. Táriq completó esta victoria con una segunda en Écija, rematando a la nobleza goda.


Aunque antiguamente los reyes godos llevaban sus tesoros a la batalla, no es probable que Rodrigo llevara el tesoro real en su séquito. No obstante, Táriq debía creer que el tesoro viajaba con ellos y que sería transportado a Toledo. El mismo mes de julio del 711, Tárik dejó a sus lugartenientes en puntos estratégicos como Málaga, Granada y Córdoba y avanzó sobre Toledo. La ciudad se resistió lo que pudo (meses), pero un traidor le abrió las puertas. Tarik se
reunió con el traidor arzobispo Opas, hermanastro (?) del rey Witiza, posible señal de que Agila ya había sido proclamado rey en Toledo donde el clero le era favorable. Al arzobispo Sinfredo, partidario de Rodrigo, no le faltó tiempo para escapar hacia Roma pero se desconoce si fue por causa de la toma de poder por parte de los viticianos o por los musulmanes.Tampoco conocemos si le dió tiempo a hacer las maletas, supongo que si, porque la ciudad aguantó durante
semanas el sitio.


En Toledo, Táriq encontró el tesoro real...o eso creía él. Tárik decidió quedarse en la capital del reino y esperar instrucciones de Muza. Tenía fuerzas suficientes como para no ser atacado dentro de la ciudad y los viticianos no se atrevían a romper el pacto. Fue en ese veranito toledano de 712 o 713 cuando los toledanos le presentaron una mesa de 365 patas que, decían, había pertenecido al rey mago Salomon. En plan chulería, Tarik le arrancó una pata y no le
dijo nada a Muza.


Las joyas del tesoro godo no debieron moco de pavo. En el libro “Vidas de los Padres emeritenses” se cuenta que en las iglesias de Mérida había joyas para
llenar varios carros (Mérida resistió aún más que Toledo, casi en plan Numancia medieval y goda). Los historiadores árabes cuentan que al entrar los "musulmanes" en Toledo, encontraron una serie de coronas votivas que los reyes donaron a la Iglesia. Muchas se fundieron para aprovechar los metales. Se sabe que las joyas de la iglesia de Toledo y las del Tesoro Real fueron causa de envidias y disputas entre los invasores árabes cuando conquistaron estas tierras. Una gran parte de estas coronas y cruces debieron ser escondidas por los clérigos visigodos, como ocurrió con las que estaban en el cercano monasterio de Santa María de Sorbaces.Un tesoro arqueológico compuesto por coronas y cruces votivas fue hallado entre los años 1858 y 1861 en el yacimiento arqueológico de la llamada huerta de Guarrazar, situada en la localidad de Guadamurreyes. Y ¿donde está la corona de Suintila?


Tarik y Musa fueron llamados a Damasco por el nuevo califa Suleimán para rendir cuentas. Antes de partir, el moro Muza repartió el gobierno entre sus hijos: Abdelaziz como gobernador de al-Ándalus; Malik (también llamado Marwan, a este lo quería menos)), de Ceuta y Abdallah, que era el mayor, de Ifriquiya.


En Damasco, Suleiman condenó a muerte a Muza por el delito reincidente de malversación de fondos públicos (ayudó la acusación de Tarik con la pata de la mesa). La pena se le conmutó por el pago de una multa, pero no se le permitió regresar a al-Andalus. Poco después fue asesinado en una mezquita de Damasco, hacia el año 716, más o menos. Los coleguitas se quedaron dando caña en España.

2 comentarios:

  1. Es curioso que no aparezcan mencionados los túneles de Toledo donde se guardaban los tesoros.

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  2. Curioso, pero irrelevante (corro a la t de túnel).No eran túneles, eran cuevas, como la famosa cueva de Hércules donde estuvo escondida la tabla. Y no escondían tesoros sino armas secretas (como los alemanes y los aliados en la SGM). Por ejemplo, tenian un ejército de robots que golpeaban el suelo y hacían un ruido tremendo.
    Pero eso no es importante... lo importante es que la invasión islámica no ocurrió(!!!). En ambos ejércitos la mayoria eran cristianos, hablaban algo parecido al latín degenerado y comian cerdo y bebían vino. Los islámicos vinieron más tarde...y eran una minoría violenta.

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